Comencé a leer este libro hace un par de veranos, por recomendación de mi madre. Y ciertamente, después de más de dos meses, y menos de 300 páginas lo dejé por imposible y pensé que tendrían que pasar muchos años para que volviese a coger el libro, pese a que todo el mundo me decía que estaba muy bien.
Cuando en la clase de lengua la profesora nos lo dio como una de las posibles lecturas no pensé en leérmelo, pero cuando empecé con el trabajo, mis dos compañeros decían que estaba bien. Así que, cuando me acabé el libro de lectura, lo volví a empezar.
Las primeras dos partes ya me las había leído y en pocos días las releí por encima parándome solo en los puntos más relevantes de la historia y en aquellos que no recordaba, pero fue ya a la mitad del libro cuando de verdad la historia empezó a engancharme. Aunque hay partes que me resultaban algo aburridas, en lo relacionado a catedrales y capiteles y presbiterios, etc. que en su mayoría no sabía lo que eran.
Habla mucho de la corrupción de los cargos mayores en todos los ámbitos y en demasiadas ocasiones tiene un deje de crítica hacia la Iglesia, en mi opinión.
Habla mucho de la corrupción de los cargos mayores en todos los ámbitos y en demasiadas ocasiones tiene un deje de crítica hacia la Iglesia, en mi opinión.
Hasta la sexta y última parte, la historia me gustó bastante, pero luego volvió al tema de guerras de la Iglesia y el rey en la que después de releer párrafos enteros varias veces no me enteraba de quien era el obispo de donde. Un lío.
Kent Follet, autor de la obra |
Ahora, mi madre me ha propuesto ver la serie juntas, tengo ganas, pero por otro lado tengo "miedo" de que la serie vaya a ser un invento del libro en el que los personajes ni si quiera se parezcan y, entonces el libro deje de gustarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario