lunes, 14 de marzo de 2011

El Alquimista Impaciente de Lorenzo Silva

De todas las obras que la profesora de lengua propuso para el trimestre fue la que poco más o menos captó mi atención. Para nada me llamaba la atención el hecho de que la investigación se sucediera en España a manos de un comisario de la Guardia Civil. El hecho es que, como todavía no había leído ningún libro, me lo prestarón, y en poco menos de una semana lo había terminado y ¡me había gustado!
La narración tenía algo, no sé decir exactamente el qué, diferente de otros libros de misterio que ya había leído. Al punto trágico, a su vez, le añadía comentarios más picantes, empezando por la forma casi burlesca de la escena de la muerte del asesinado.
Silva, explica bastante bien lo referente a las finanzas, Hacienda, centrales nucleares, etc. ya que yo me enteraba y no entiendo nada de esas cosas. Aún así, para mí, el libro tiene un gravísimo error, los dos o tres últimos capítulos se suceden a toda prisa mientras que el resto del libro es lento y meticuloso y eso a mí (y por lo que me ha comentado otra gente a ellos también) me causó un embrollo para enterarme de porqué y quién había asesinado a tal cual, cómo, cúando, y quién era el verdadero asesino de toda la trama finalmente.
Lorenzo Silva
Si me preguntasen a quién recomendaria el libro, sería para una persona que no sea un gran lector y que le guste el misterio (pero que todavía no haya probado a Agata Christie). 

Un mundo sin fin de Ken Follett


Después de descubrir (no sin esfuerzo) que los Pilares de la Tierra me encantaron, decidí pedirle el libro a un familiar. Comencé a leer esperando que me llegase a entusiarmar tanto como lo hizo la primera parte, pero empezó la época de exámenes y tuve que dejar el libro a un lado durante unas semanas, por lo tanto, cuando recomencé la lectura, ya ni me acordaba de los nombres de los protagonistas.
El libro al completo, con cada una de sus historias, me gustó, aún así, he de admitir que me perdía en muchos aspectos y en otros mis pensamientos se iban hacía otras cosas ya que ni la construción ni las batallas me entusiasman. Sin embargo, he de reconocer que el autor ha debido de realizar un tremendísimo esfuerzo para recrear las escenas, todo el vocabulario preciso sobre construción y la vida en la (¿Alta?) Edad Media. Es algo más light que los Pilares.
Ken Follett en la catedral de Vitoria, escenario de la obra

Al igual que al primero, le sobran alrededor de una trescientas páginas en las que habla de nada, y se explaya una y otra vez en los mismo que el la página anterior ya había explicado y utiliza demasiados tecnicismos que excepto para arquitectos y gente en el campo de la arquitectura y construción desconocen. Otro pequeño detalle que el autor tuvo en cuenta para la “continuación” fue la de repetir de ven en cuando los nombres de los protagonistas del tomo anterior y sus hazañas, un detalle gracioso, aunque en un par de ocasiones, sobrante.
Un comentario que he oído sobre este libro es que es una copia exacta de los Pilares pero con otros nombres y dos siglos más tarde. Esto me da qué pensar sobre el autor, ya que escribe libros de unas mil páginas en poquísimo tiempo y muy bien ambientados...
De todas formas, estoy segura de que algún día releeré los dos libros pues a mi me han gustado.