domingo, 13 de febrero de 2011

La Celestina de Fernando de Rojas


Método de lectura
Como en cursos anteriores, hemos leido parte de la obra en clase. Hemos utilizando el hecho de que era un teatro para que varias personas dentro de la clase interpretasen a cada personaje y así poder conseguir algo más del carácter dramático de la obra y además parando en los puntos necesarios para hacer aclaraciones de la obra. Realmente, este método me parece más eficaz para el entendimiento de novelas de épocas antiguas que utilizan un vocabulario diferente del actual, pero a su vez me resulta menos estimulante por el factor de que en clase cada persona lee a una velocidad diferente, y entonces, al leer más despacio de lo habitual para mí me distraigo con más facilidad y entonces me pierdo en la lectura y en las explicaciones del texto.
Respecto a la utilización de la obra adaptada me parece una idea genial en el caso de que toda la clase hubiesemos tenido una, ya que cuando se leía la obra con estas ediciones, como yo tenía una de cátedra, se saltaban cosas, y a fin de cuentas, la historia era entendible, un alto porcentaje de las veces, con las ediciones antiguas. De todos modos, los primeros días, leimos los textos en los libros de ediciones antiguas, y así también pudimos hacer una comparación de ambos ejemplares.
Cuando leía en mi casa, constínuamente me distraía con las notas a pie de página en la que explicaban cosas que, por lo que a mí respecta, me resultaban aclaraciones que nada tenían que ver con la obra ni con el autor. De todos modos, la escritura de la obra me ha dado qué pensar sobre las normas gramaticales de la época, puesto que había veces que podía encontrar la misma palabra escrita tanto con h como f y más ejemplos similares.
De todas formas como para hacer los diálgos del teatrillo de la Celestina he tenido que volver a leer la obra y mi compañera me ha prestado la edición adaptada de modo que las partes que menos he entendido las comprendí mejor y también las partes que no leimos en clase las tuve que leer.

La obra
Es una de esas obras que no falta en la biblioteca de ninguna casa, un clásico. Supe realmente de que trataba cuando la estudiamos en tercero y el argumento me interesó, pero como me informaron de que la leeríamos en primero de bachillerato decidí esperarme y leerla en el curso correspondiente.
En cursos como primero de bachillerato si opino que debería ser una obra obligatoria ya por su repercusión y por tratarse de un clásico de la literatura española en toda regla.
Aunque el carácter de la obra es demasiado dramático para llegar a ser verdaderamente creíble, me pareció interesante y tenía ganas de leerla, pero cuando empezamos la lectura en clase-casa dejó de llamarme la atención, pues no era exactamente como me la esperaba, ya sea por la expresión o por otros motivos, y pasó de ser un libro que tenía ganas de leer a uno de los que lees por obligación, hecho que hace que cualquier libro deje de gustarme. Y un dato que me resultó curioso fue que cuando releí la historia para el trabajo no se me hizo tan pesada. Aun así, no ha llegado a ser tan entretenida como pensaba que sería.
Ahora que para nuestro trabajo estamos haciendo un teatrillo de guiñoles he descubierto la cantidad de escenarios que la obra tiene para ser de la época que es, y lo que supongo que eso ha significado para la literatura española.

Los personajes y los acontecimientos
Todos traman y argullen algo, Celestina la primera. Pasan de ser amables y cándidos con un personaje para mostrarse malévolos con otros y buscar su propio bien. Melibea, la única que parece no buscar su propio bien cambia radicalmente de actitud desde que comienza la novela, en la que no quiere ni oir hablar de Calisto, hasta el final, en el que se suicida por amor. Calisto solo busca ganarse el premio: Melibea, y hace lo posible por conseguirla, sin parecer importarle nada lo que pase a su alrededor, pues sus sirvientes, que también pasan de ser fieles a abandonarlo en el momento en el que su señor necesita más apoyo, mueren y él de lo único que se preocupa es de su honra. Celestina, por su parte, muestra sus dos caras a Pármeno y Sempronio y aún así, estos dos, caen en sus redes pensando que pueden sacar provecho de la vieja.
Opino que los hechos se suceden demasiado rápido en la obra. Calisto entra en el jardín y en ese instante se enamora de Melibea. Ésta no quiere oír hablar de él pero en un par de días está locamente enamorada de él. Pármeno odia a Celestina, y en el acto siguiente está decidido a apoyarla. O que en un mes que hace que Calisto y Melibea se conocen, cuando éste muere ella decide suicidarse porque no aguanta vivir sin él.
Además, los personajes Sosia y Tristán me parecen extraños, pues no aparecen en toda la obra y de repente, cuando Pármeno y Sempronio mueren, aparecen.
El final de la obra es totalmente trágico y culmina con un planto, típico en las obras de éste carácter. Para mí el planto de Pleberio, es la parte que más me gusta de la novela.

Citas
Calisto: ¿Yo? Melibeo soy, y a Melibea adoro, y en Melibea cre, y a Melibea amo.
Trata a Melibea como a un ser superior, como a un dios y cree en ella como si de una religión se tratara.
Celestina: Es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una deleitable dolencia, un alegre tormento, una dulce y fiera herida, una blanda muerte.
Hablando del amor, una frase, unos adjetivos, que incluso hoy en día podrían seguir siendo utilizados para definirlo.
            Pármeno: A quien dices tu secreto das tu libertad.
Pármeno habla a Calisto de lo mala que es Celestina y que al confesarle su amor por ésta se convertirá en su cautivo y ella podrá hacer lo que quiera con él.
            Celestina: Nadie es tan viejo que no pueda vivir un año más, ni tan mozo que hoy no pudiese morir.
Celestina habla a Melibea de que aproveche el momento, y más ahora en su tierna juventud.
            Pleberio: ¡Oh Amor, Amor! ¡Que no pensé que tenías fuerza ni poder de matar a tus sujetos!
Cuando Melibea muere, Pleberio maldice al Amor, como si éste fuera un ser tangible.

Escenas
Acto II, escena III: Cuando Celestina invoca al diablo y se confiesa como fiel seguidora suyo.
La he escogido porque me parece que revela el lado malévolo de la Celestina y como hace lo indecible para conseguir lo que quiere. Así mismo muestra un espíritu rebelde en la obra ya que nombran al diablo y a Melibea como Dios.
Acto XX, escena II: Melibea habla a solas sobre su futura muerte, y lo desgrciada que ella es al haber perdido a su amor.
Es una parte de su confesión, el sentirse mal por lo que va a hacer, pues el suicidio también es un pecado, y por haber perdido a quién más quería tras haber luchado por su amor.